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El nuevo radar 'remolque' llega a la A-6 y se localiza a la altura de Las Rozas
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El nuevo radar 'remolque' llega a la A-6 y se localiza a la altura de Las Rozas
Bastantes conductores ya han oído hablar del nuevo radar que la DGT está incorporando en las carreteras españolas. Se trata del ‘radar remolque’, un dispositivo móvil que comenzó a instalarse de manera experimental en Cataluña y que poco a poco se está extendiendo a otras autovías del país. Ahora ha llegado a las carreteras madrileñas, en concreto a la A-6 a la altura de Las Rozas.
Así es, este radar remolque ha sido localizado hace unos días en el tramo de subida de la A-6, justo donde finaliza el carril de incorporación del bus VAO, dirección La Coruña. En este punto, la velocidad máxima permitida desciende a 90 km/h antes de volver a los 120 km/h que marcan el resto de la vía.
Las reacciones de los conductores de la zona no se han hecho esperar y los comentarios en redes sociales se mezclan entre la indignación y la sorna. Hay quien acusa a la DGT de “recaudación” y habla de un “afán recaudatorio”, mientras otros defienden la instalación por seguridad y recuerdan que en Cataluña ya funcionan desde hace meses.
Sin conexión eléctrica ni la presencia de agentes de tráfico
A diferencia de los radares tradicionales, este sistema no requiere conexión eléctrica ni la presencia de agentes de tráfico para funcionar. Su diseño permite moverlo fácilmente de un punto a otro, operando como un remolque autónomo con batería que puede durar al menos dos semanas. Además, cuenta con conectividad WiFi que le permite enviar los datos de velocidad y matrículas en tiempo real a los sistemas de la DGT.
El funcionamiento es sencillo pero eficaz: el radar registra cada matrícula, mide la velocidad a la que circula y la compara con el límite del tramo. Si se detecta una infracción, se genera automáticamente la sanción. Su capacidad es notable, pudiendo multar a más de 20 vehículos por minuto, lo que ya ha demostrado su eficacia en carreteras como la AP-7 o la C-31, donde en solo tres días registró cerca de 10.000 sanciones.
La principal característica de los radares remolque es su movilidad y discreción. A diferencia de los radares fijos —que con el tiempo los conductores aprenden a identificar y esquivar— estos equipos se trasladan con facilidad, pasan más desapercibidos y pueden instalarse en tramos sensibles, puntos negros o zonas de obras donde, se supone, que el control de la velocidad resulta más necesario.