La procesionaria del pino (Thaumetopea pityocampa) es una plaga que afecta a ciertos tipos de pinos y cedros. Sus larvas, conocidas como orugas procesionarias, pueden causar daños significativos a los árboles y también representan un riesgo para la salud humana y animal debido a sus pelos urticantes.

La endoterapia puede ser utilizada como una estrategia para combatir la procesionaria del pino. En este contexto, se inyectan sustancias específicas directamente en el sistema vascular de los árboles afectados. Estas sustancias suelen ser insecticidas diseñados para controlar las larvas de la procesionaria.

El tratamiento endoterápico tiene la ventaja de ser más específico y dirigido, minimizando la exposición de otros organismos y reduciendo la cantidad de producto químico liberado en el medio ambiente. Sin embargo, es importante que este tipo de tratamiento sea realizado por profesionales capacitados, ya que la inyección debe llevarse a cabo correctamente para garantizar la efectividad del control.

Las sustancias utilizadas en la endoterapia contra la procesionaria pueden variar, y es esencial seguir las recomendaciones y regulaciones locales en cuanto al uso de productos químicos.